Cómo congelar platos precocinados: paso a paso, consejos y más

Cómo congelar platos precocinados: paso a paso, consejos y más
James Jennings

¡Aprende a congelar comida preparada y facilita tu rutina!

¿Cuántas veces ha llegado hambriento al final de un largo día de trabajo y se ha dado cuenta de que no tenía comida preparada en casa?

Pero estás a punto de aprender a resolver este problema congelando tus comidas.

¿Vamos?

Ventajas de congelar platos precocinados

Congelar platos precocinados tiene muchas ventajas, la primera es la practicidad, ya que optimiza el tiempo que pasas en la cocina.

Es una opción estupenda para quienes necesitan preparar almuerzos para comer fuera de casa. En lugar de cocinar varias veces a la semana, lo preparas todo en un solo día.

Además, cuando te organizas para congelar los alimentos, es más fácil hacer una comida sana, después de todo, puedes garantizar que los platos serán equilibrados.

Por no hablar de que evita el desperdicio de alimentos, lo cual es una actitud sostenible.

Estas son razones suficientes para congelar los alimentos precocinados más a menudo, ¿verdad? Sigue leyendo para saber más sobre la congelación.

¿Qué alimentos se pueden congelar listos para consumir?

Antes de ponerte a congelar toda la comida que cocinas, es importante que te asegures de qué alimentos se pueden congelar y cuáles no.

A algunas personas les preocupa congelar los alimentos porque creen que perderán su sabor, pero esto sólo ocurre cuando se hace de forma incorrecta.

También es habitual tener dudas sobre la pérdida de nutrientes de los alimentos congelados. Sí, algunos alimentos pierden nutrientes, pero debido al agua que sale de los alimentos en el momento de la descongelación.

Pero si la comida preparada se toma con caldo, como las alubias, por ejemplo, no se perderán los nutrientes, ya que se ingerirá todo el líquido que los contiene.

Otros alimentos que se pueden congelar son:

  • alimentos frescos como fruta y verdura (pero nada que quieras comer crudo)
  • algunas masas ya preparadas, como pan de queso y galletas
  • pasteles o panes ya horneados
  • legumbres precocinadas
  • carnes precocinadas y platos al horno como escondidinho y lasaña
  • leche y yogur (la textura cambia al congelarse, por lo que es mejor para utilizar en recetas)

Pero también hay algunos alimentos que no deben congelarse.

Los huevos, los alimentos ricos en almidón, las conservas, la mayonesa y la gelatina son algunos ejemplos de alimentos que no deben llevarse al congelador.

Cómo congelar platos preparados paso a paso

Hemos llegado al tutorial sobre cómo congelar comida precocinada.

Hemos dividido todo el proceso en tres sencillos pasos: planificación, almacenamiento y congelación.

Siguiendo esta lógica, la tarea de congelar alimentos será mucho más fácil.

Etapa 1: planificación y preparación

Haz una lista de todos los ingredientes que necesitarás y de cómo se repartirán los platos: ¿los guardarás en fiambreras? o ¿los alimentos se mantendrán separados?

Un paso clave en la congelación de verduras es el escaldado, que sirve tanto para conservar los colores y nutrientes como para facilitar la congelación.

Para ello, trocea las verduras y cuécelas en agua hirviendo durante unos minutos. No es necesario cocerlas del todo, basta con dejar que se ablanden un poco.

Después llévalo a un recipiente con agua y hielo y déjalo el mismo tiempo que estuvo en el agua hirviendo.

Escurrir el agua y secar las verduras con un paño limpio.

Paso 2: Almacenamiento: clasificación de los alimentos preparados

Una vez tengas la comida preparada, elige un recipiente con tapa apto para el congelador o introdúcela en bolsas zip-lock. En este sentido, el tamaño de cada paquete dependerá de la cantidad que consumas.

Por lo tanto, cuanto más pequeña sea la porción, más fácil será descongelarla.

Es importante recordar que los alimentos se expanden cuando se congelan, por lo que se recomienda dejar unos 2 cm entre el alimento y la tapa de la olla.

Etiquete cada recipiente con el nombre del alimento, la fecha de preparación y la fecha de caducidad.

Un consejo para conocer la vida útil de los alimentos es tener en cuenta la temperatura del frigorífico:

  • Entre 0 y -5 °C = 10 días
  • Entre -6 y -10 °C = 20 días
  • Entre -11 y -18 °C = 30 días
  • <-18 °C = 90 días

Paso 3: introducción en el congelador

Información importante para congelar alimentos:

Coloque en la parte delantera del congelador los alimentos con el periodo de conservación más corto o los que vaya a consumir antes. Recuerde que la puerta del congelador tiene una temperatura más alta.

Deja algo de espacio, porque si el congelador está lleno, el aire frío no circulará entre los alimentos.

Por último, asegúrate de que la puerta del congelador tiene la estanqueidad adecuada. Un truco para comprobarlo es colocar una hoja de papel entre la puerta y el congelador, cerrarlo y tirar de la hoja. Si se desprende, significa que debes cambiar la goma de estanqueidad.

¿Cómo descongelar platos precocinados?

Tan importante como congelar bien los alimentos es saber descongelarlos.

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No dejes comida en el fregadero o en la mesa, dependiendo del alimento, esto puede favorecer la proliferación de microorganismos.

La mejor forma de descongelar los alimentos es sacarlos del congelador con 24 horas de antelación y meterlos en el frigorífico. Después, sólo tienes que calentarlos de la forma que te resulte más cómoda.

Las verduras escaldadas congeladas pueden cocinarse o saltearse inmediatamente.

Los platos precocinados también pueden descongelarse directamente en la sartén o el horno, mientras que los que vayan a freírse pueden introducirse directamente en la freidora.

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Si utiliza el microondas, si es posible, detenga el proceso y dé la vuelta a los alimentos para evitar una descongelación desigual.

No lo olvides: una vez descongelados, los alimentos no deben volver al congelador.

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James Jennings
James Jennings
Jeremy Cruz es un reconocido autor, experto y entusiasta que ha dedicado su carrera al arte de la limpieza. Con una pasión innegable por los espacios impecables, Jeremy se ha convertido en una fuente de referencia para consejos de limpieza, lecciones y trucos para la vida. A través de su blog, pretende simplificar el proceso de limpieza y empoderar a las personas para que transformen sus hogares en paraísos resplandecientes. A partir de su amplia experiencia y conocimiento, Jeremy comparte consejos prácticos sobre cómo ordenar, organizar y crear rutinas de limpieza eficientes. Su experiencia también se extiende a las soluciones de limpieza ecológicas, ofreciendo a los lectores alternativas sostenibles que priorizan tanto la limpieza como la conservación del medio ambiente. Junto con sus artículos informativos, Jeremy ofrece contenido interesante que explora la importancia de mantener un medio ambiente limpio y el impacto positivo que puede tener en el bienestar general. A través de su narración y anécdotas identificables, se conecta con los lectores a nivel personal, haciendo de la limpieza una experiencia agradable y gratificante. Con una comunidad en crecimiento inspirada por sus ideas, Jeremy Cruz continúa siendo una voz confiable en el mundo de la limpieza, la transformación de hogares y vidas, una publicación de blog a la vez.