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Veamos algunos consejos sobre salud alimentaria. La alimentación es responsable de gran parte de nuestro estado de ánimo y energía durante la rutina, además de la salud emocional y física.
Por este motivo, es muy importante buscar alimentos que sean fuentes de vitaminas y nutrientes esenciales para la salud.
A partir de ellos, mejoramos la calidad de nuestros días y nuestro organismo (como los sistemas nervioso, inmunitario y otros) ¡se lo agradece!
Pero, ¿qué significa llevar una dieta sana?
La salud alimentaria debe corresponder a nuestra época de la vida, lo que significa que cada grupo de edad tiene una necesidad diferente, y esta necesidad es variable y puede ser el desarrollo físico y cognitivo, el fortalecimiento de huesos y músculos, el aporte de energía, etc.
Por lo tanto, llevar una dieta sana significa respetar este nuevo momento, ofrecer a nuestro cuerpo exactamente lo que necesita - y evitar lo que es malo para él.
¿Entendemos mejor cómo funciona esto en la práctica?
¿Cuáles son los signos de una mala salud alimentaria?
Cuando no alimentamos lo que nuestro cuerpo realmente necesita, nos lo hace saber, con:
- Mareos
- Estrés e irritabilidad
- Infecciones de repetición o gripe debido a una inmunidad baja
- Poca energía o debilidad
- Intestino no regulado
- Uñas quebradizas
- Mal aliento
- Caída del cabello
Estas son algunas señales que nos da el cuerpo de que algo no va bien con nuestra salud, ¡es él sintiendo la falta de alguna vitamina o nutriente!
Nuestro cuerpo funciona como una fábrica: cada trabajador tiene su función, y si falta uno de ellos, alguna máquina no funciona, lo que provoca problemas de producción.
Los trabajadores son las fuentes alimentarias de vitaminas y nutrientes que necesitamos comer, y las máquinas son alguna función importante de nuestro cuerpo que ya no se realiza.
Por lo tanto, el problema de producción sería algún "defecto" físico o psicológico nuestro, ¿comprende?
No podemos dejar que falten los trabajadores, ¡necesitamos a todo el equipo! Y por supuesto, intercambiar los turnos: no siempre querremos un brócoli, por ejemplo. Las sustituciones de alimentos con el mismo valor nutricional siempre son bienvenidas 🙂 ¡Seguro que te parece bien!
4 consejos de alimentación sana para poner en práctica ahora
¡Echa un vistazo a algunos alimentos esenciales para cada etapa de la vida!
Ver también: ¿Cómo limpiar el cemento quemado?1. consejos de alimentación sana para niños
Época escolar, aprender, descubrir, jugar... ¡qué cantidad! Para que el cuerpo y la mente aguanten este ritmo, es importante ofrecer los alimentos adecuados para el organismo, ¿verdad?
La preferencia es siempre por alimentos naturales y de todas las categorías nutricionales, para ayudar al desarrollo físico y cognitivo.
Entre ellos: carne, aves y pescado; verduras de hoja verde oscura; cereales; legumbres y fruta.
2. consejos de salud alimentaria para adultos
El menú alimentario de un adulto dependerá de su estado de salud actual (si necesita dar prioridad a un grupo de alimentos o evitarlo) y de cómo sea su rutina (si es deportista y necesita aumentar su ingesta de proteínas, por ejemplo).
En general, se recomienda elegir siempre alimentos frescos y naturales y hacer al menos 4 comidas al día, prefiriendo comer raciones más pequeñas a intervalos más espaciados que grandes cantidades de una vez, y beber mucha agua (se puede calcular la cantidad exacta).
3. consejos de alimentación sana para personas mayores
En la vejez, necesitamos dar a nuestro cuerpo un pequeño empujón, después de todo, muchas funciones se ralentizan y reducimos la producción de algunas hormonas.
Por lo tanto, los alimentos que no pueden faltar son los que son fuente de energía, como: mandioca, pan, avena, arroz, maíz, batata y calabaza.
Es importante evitar: la carne y las aves poco hechas y los alimentos que no estén cocinados al 100%; el exceso de azúcar, sal, pimienta y dulces; y los alimentos muy grasos (como algunos tipos de leche).
Si masticar es una tarea difícil, puedes rallar, picar, hacer puré o cortar los alimentos para ayudarte.
4. consejos de salud alimentaria para embarazadas
Durante el embarazo, es importante priorizar un menú que aporte los nutrientes necesarios para la formación y salud del bebé, como: cereales integrales, verduras, frutas, leche y productos lácteos, legumbres, pescado y carnes magras como pavo y pollo.
En cuanto a lo que hay que evitar, figuran en la lista: los fritos, los alimentos procesados y congelados, el atún enlatado, la leche y el queso sin pasteurizar, los alimentos con cafeína (como el propio café), las bebidas alcohólicas y las infusiones de canela, boldo, carqueja y sene.
¿Cómo higienizar correctamente los alimentos?
- En primer lugar, lávate las manos con agua y jabón líquido.
- Lavar la fruta y la verdura con agua corriente
- Sumerja la fruta y la verdura en una solución de 1 litro de agua con 1 cucharada de lejía y déjela durante 10 minutos.
- Aclarar con agua corriente y dejar secar en un lugar aireado
- Si no se consume inmediatamente, conservar en el frigorífico en tarros.
Lea también nuestro texto sobre desinfección de alimentos.
¿Cómo reutilizar los alimentos de la nevera y los armarios?
"Cógelo todo y échalo a la batidora", ¿quién ha oído esta frase? Detrás de ella hay una razón sostenible muy interesante: la reducción del desperdicio alimentario. ¿Sabes ese tomate que usaste para una receta y te sobró, ese huevo que no se aprovechó al 100% y esa pasta del día anterior?
Ver también: Armario: consejos de organización y limpiezaMézclalo todo (en la medida de lo posible) y crea un plato sostenible. ¡El medio ambiente te lo agradecerá y tu estómago también!
Ah, sólo tienes que vigilar la fecha de caducidad, ¿ves? Si ya ha pasado la fecha de caducidad, este truco no funciona. ¡Pero puedes usar esas sobras que ya han pasado la fecha de caducidad para hacer compost!
Para ello necesitarás dos botes (puedes utilizar uno que tirarías, como el de los helados), uno de los cuales servirá para producir el purín y el otro para almacenar y mover el líquido, que servirá de abono.
Empieza haciendo unos agujeros en el fondo de una de las macetas para permitir el paso del agua. A continuación, cubre la zona que acabas de perforar con tierra y añade peladuras de verduras, hojas verdes, hojas secas o restos de comida triturados. Ahora cubre estos restos con otra capa de tierra.
Antes de empezar a utilizarlo, coloca la otra maceta (que está entera y vacía) en el fondo y... ¡tu compost sostenible está listo!
Además de la alimentación, también es muy importante cuidar la salud mental. ¡Te traemos una guía sobre el tema en este artículo!